Tras 1 victoria, 1 empate y 1 derrota, el equipo visitante ocupa la 16ª posición, con 1 punto conseguido. En su último partido, ganó al Burnley en casa por (3-2), después de haber empatado en el encuentro anterior fuera contra el Fulham por (1-1). Este es un conjunto que se ve afectado por el factor local, siendo más fuerte cuando juega ante su afición, ya que en sus últimos 30 partidos ha registrado 3 victorias, 6 empates y 6 derrotas como visitantes, con un total de 21 goles marcados y 21 recibidos. En casa, ha logrado 6 victorias, 6 empates y 3 derrotas, anotando 23 goles y encajando 16. En sus últimos 10 partidos fuera de casa en todas las competiciones, el Manchester United ha ganado 1, empatado 3 y perdido 6. El equipo ha permitido goles al adversario en 8 de los últimos 10 encuentros, lo que indica que hay aspectos defensivos que deben mejorarse. En 15 partidos, solo ha logrado revertir el marcador en 1 de los 9 en los que recibió el primer gol. De los últimos 20 partidos fuera de casa en todas las competiciones, se destaca un periodo en el que anotó 10 de sus 28 goles entre los minutos (76′-90′).
El Manchester United llega a este duelo con una victoria por 3-2 ante el Burnley: los goles del equipo fueron anotados por Bryan Mbeumo, Bruno Fernandes y Josh Cullen (en contra). Se espera que el equipo visitante mantenga su habitual alineación en 3-4-3, apostando por una estructura compacta y organizada, pero con clara tendencia a aprovechar los momentos de transición. En la delantera, Mason Mount, Bryan Mbeumo y Matheus Cunha son las principales referencias ofensivas, combinando velocidad y capacidad de finalización. Tácticamente, el United muestra una inclinación a construir su juego por el flanco derecho, donde Amad Diallo se destaca como pieza fundamental. No podrá contar en este partido con Lisandro Martínez debido a problemas físicos.