Tras 1 victoria, 4 empates y 1 derrota, el equipo visitante ocupa la 14ª posición, con 7 puntos. En su último partido, empató con el Atlético Mineiro en casa por (2‑2), después de empatar en el partido anterior fuera contra el Juventude por (2‑2). Este equipo se ve afectado por el factor de local, siendo más fuerte cuando juega con el apoyo de su afición, ya que en los últimos 30 juegos registra 4 victorias, 4 empates y 7 derrotas como visitante, con un total de 15 goles marcados y 23 sufridos. En casa, logró 9 victorias, 4 empates y 2 derrotas, anotando 32 goles y permitiendo solo 14. En las últimas 10 partidas disputadas fuera en todas las competiciones, el Mirassol ha ganado 2, empatado 2 y perdido 6. El equipo no ha sido muy sólido defensivamente, ya que ha recibido goles en los últimos 6 juegos, pero su ataque ha mostrado gran regularidad, anotando siempre al menos un gol en los últimos 6 partidos en esta competencia. En 15 juegos, sufrió el primer gol 10 veces y solo logró revertir el marcador una vez.
El Mirassol hace su debut en la élite nacional con una campaña considerada razonable, combinando empates, una victoria y una derrota. El equipo aún busca adaptarse al ritmo más exigente de la Série A, pero ha mostrado organización y competitividad. Jugando fuera de casa, debe adoptar una postura más cautelosa, con fuerte marcaje y buscando aprovechar los contraataques. El desafío será contener el ímpetu ofensivo del Bragantino y evitar errores defensivos que puedan comprometer el resultado. A pesar de necesitar un gol, un empate ante un oponente en gran forma sería considerado positivo. La clave estará en la disciplina táctica y la eficiencia en las pocas oportunidades que puedan surgir.