Tras 14 victorias, 12 empates y 14 derrotas, el equipo visitante se encuentra en la 9ª posición, habiendo logrado 54 puntos. En su último partido, ganó al Portsmouth en casa por (2‑1), después de perder en el partido anterior fuera, en un juego contra el Sunderland, por (1‑0). Este es un equipo poco afectado por el factor local, es decir, presenta resultados similares en casa y fuera, ya que en los últimos 30 juegos registra 5 victorias, 4 empates y 6 derrotas como visitante, con un total de 14 goles marcados y 19 sufridos. Ya en casa, ha logrado 7 victorias, 3 empates y 5 derrotas, con un total de 15 goles marcados y 12 sufridos. En la liga, el Millwall ha conquistado 15 puntos de 30 posibles, tras 4 victorias, 3 empates y 3 derrotas en los últimos 10 juegos que disputó como visitante. El equipo permitió goles a su adversario en 8 de los últimos 10 juegos, por lo que no ha mostrado gran solidez defensiva, pero su ataque ha conseguido marcar con regularidad, logrando completar en 7 de los últimos 10 juegos en esta competición. En sus juegos fuera hay una tendencia a pocos goles, ya que 15 de sus últimos 20 juegos en la competición terminaron con menos de 2.5 goles. En 40 partidos en esta competición, solo logró 1 remontada en los 18 juegos en los que sufrió el primer gol.
El Millwall llega a este partido después de una victoria por 2-1 ante el Portsmouth: los dos goles del equipo fueron anotados por Mihailo Ivanovic. El equipo visitante debería jugar en un sistema táctico 4-4-2, con el objetivo de intentar aprovechar los contraataques. En este esquema, los dos jugadores que desempeñarán un papel más ofensivo deberían ser Mihailo Ivanovic y Josh Coburn. En el momento de atacar, el equipo tiende a privilegiar el flanco derecho, donde Ryan Leonard se destaca por su velocidad. Se encuentran fuera de este juego Japhet Tanganga, Camiel Neghli, Zak Lovelace, Shaun Hutchinson, Calum Scanlon, Dan McNamara y Femi Azeez, todos lesionados.