Después de 13 victorias, 3 empates y 7 derrotas, el equipo visitante está en la 5ª posición con 42 puntos. En su último partido, ganó 2-1 contra Palestino en casa, tras haber empatado 1-1 fuera contra La Serena en el encuentro anterior. Este equipo es más fuerte en su estadio, ya que en sus últimos 30 juegos ha registrado 5 victorias, 4 empates y 6 derrotas como visitante; frente a 10 victorias, 3 empates y 2 derrotas en casa. En su último partido, en la Copa Bridgestone Sudamericana, empató 2-2 contra Lanús. En los últimos 10 juegos fuera en la liga, la U. de Chile ha registrado 3 victorias, 3 empates y 4 derrotas, obteniendo 12 puntos de 30 posibles. En los partidos fuera de casa, el resultado más habitual al final de los primeros 45 minutos ha sido el 0-0, que se ha visto en 5 de sus 12 encuentros. El equipo ha permitido goles en 8 de los últimos 10 partidos, lo que indica una falta de solidez defensiva, aunque su ataque ha sido efectivo al marcar en 8 de los últimos 10 juegos de esta competición. En sus partidos de visitante en este torneo, tienden a haber pocos goles, ya que en 7 de los últimos 11 disputados hubo menos de 3 goles. En 23 partidos de la competición, recibió el primer gol 11 veces y solo logró 2 remontadas en el marcador. Hay dos momentos destacados en los últimos 11 encuentros como visitante: anotó 5 de sus 14 goles entre los minutos (76’‑90′); y recibió 6 de sus 14 goles en el mismo intervalo de tiempo.
La Universidad de Chile llega al clásico con solo tres puntos menos que su rival y sabe que una victoria podría devolverlo a la lucha por los primeros puestos. El equipo ha alternado entre buenos y malos momentos, pero suele crecer en partidos de gran rivalidad. La plantilla debe priorizar una postura organizada, con una fuerte defensa y rápidas transiciones al ataque. Ante un rival en buen estado, el enfoque estará en aprovechar las oportunidades y no desperdiciar ocasiones, dado que el partido podría decidirse por pequeños detalles.