El equipo visitante se encuentra actualmente en la 5ª posición, con 13 puntos logrados, después de 4 victorias, 1 empate y 2 derrotas. En su penúltimo partido, perdió fuera contra Botafogo (2‑0). En su último encuentro, ganó en casa ante Sport Recife (2‑1). Este es un equipo que se beneficia del factor local, siendo más fuerte cuando cuenta con el apoyo de su afición; en los últimos 30 partidos registra 6 victorias, 4 empates y 5 derrotas como visitante, con un total de 20 goles marcados y 12 recibidos. En casa, logró 9 victorias, 5 empates y 1 derrota, con 25 goles a favor y 9 en contra. El equipo llega a este partido después de una derrota ante Gualberto Villarroel SJ (1‑0). En las últimas 10 partidos disputados fuera de casa, Fluminense ha ganado 4, empatado 3 y perdido 3. La solidez defensiva no ha sido su fuerte, ya que ha recibido goles en 5 de los últimos 7 partidos, pero su ataque ha mostrado regularidad, anotando en 5 de los últimos 7 encuentros en esta competición. En 15 partidos, recibió el primer gol 6 veces y solo logró revertir el marcador una vez. Se destacan 1 periodo en los últimos 20 partidos fuera de casa: recibió 6 de sus 17 goles entre los minutos (76’‑90′).
Fluminense está realizando una campaña sólida y ocupa posiciones privilegiadas, pero sabe que necesita mantener la consistencia, incluso actuando lejos de su campo. Ante un rival que suele ser fuerte en casa, el equipo debe adoptar una postura más estratégica, analizando el juego antes de exponerse. Valoran la posesión del balón y el juego colectivo, buscando ocupar bien los espacios y explotar contraataques. Un empate podría considerarse un buen resultado, pero también no se descarta una búsqueda por la victoria si el oponente muestra debilidades. La experiencia del grupo puede ser un diferencial en momentos decisivos del partido.