El equipo visitante disputa su segundo partido en el Grupo C, después de ganar (1‑0) en su primer partido en esta fase de grupos, frente a Botswana. Este es un equipo afectado por el factor casa, más fuerte cuando juega con el apoyo de su afición, ya que en los últimos 30 partidos registra 1 victoria, 5 empates y 9 derrotas como visitante, con un total de 4 goles marcados y 20 concedidos. En casa, obtuvo 9 victorias, 2 empates y 4 derrotas, con un total de 20 goles marcados y 13 sufridos. En los últimos 10 partidos disputados como visitante para todas las competiciones, Mauritania ganó 1, empató 3 y perdió 6. Su ataque no ha sido muy eficaz, ya que no marcó goles en 7 de los últimos 10 partidos. En sus partidos fuera de casa hay una tendencia para haber pocos goles, ya que en 9 de los últimos 11 que disputó hubo menos de 3 goles. En 15 partidos, nunca consiguió remontar el marcador en los 8 partidos en los que sufrió el primer gol.
La selección mauritana, por su parte, viene de una victoria, lo que reduce un poco la presión. Sin embargo, es fundamental mantener la regularidad, ya que, al final de las seis jornadas, el objetivo es garantizar la clasificación. Por lo tanto, cada partido debe considerarse decisivo, y esto también se aplica a la ronda actual. Jugando fuera de casa, el equipo necesita estudiar al rival y la dinámica del partido para evitar complicaciones. Aunque la atención se centra en la victoria, no se debe descartar un empate como resultado positivo.