El equipo visitante llega a esta fase de la FA Cup (Cuartos de final) después de una victoria en casa por (3‑1) contra el Plymouth Argyle. Esta es una plantilla más fuerte cuando juega en su estadio, ya que en los últimos 30 juegos tiene 4 victorias, 2 empates y 9 derrotas como visitante, en comparación con 8 victorias, 3 empates y 4 derrotas en casa. En el último partido que disputó, en la Premier League, empató con el Brighton & Hove Albion en casa por (2‑2). En sus últimos 10 juegos como visitante, el Manchester City ha ganado 4, empatado 1 y perdido 5. La solidez defensiva no ha sido su punto fuerte, ya que permitió goles en 8 de los últimos 10 partidos, aunque su ataque ha sido regular, anotando en 8 de esos encuentros. En sus juegos como visitante, hay una tendencia a que se marquen goles, ya que 27 de sus últimos 29 partidos terminaron con más de 1.5 goles y 20 de 29 con más de 2.5 goles. En 15 partidos, logró revertir el marcador en 4 de los 8 encuentros en los que recibió el primer gol.
El Manchester City llega a este juego con un empate de 2-2 en su encuentro contra el Brighton, en un partido válido para la Premier League. El equipo visitante llegó a esta fase de la FA Cup tras eliminar al Plymouth Argyle en la ronda anterior. El equipo de Manchester suele alinear en un sistema táctico 4-3-3, con Jack Grealish, Erling Haaland y Savinho como las principales referencias ofensivas. En el mediocampo, Kevin De Bruyne asume la responsabilidad de organizar el juego, siendo fundamental en la creación de oportunidades de gol. Están ausentes de este partido Manuel Akanji, John Stones, Nathan Aké y Rodri, todos con problemas físicos.