El equipo visitante ocupa actualmente la 15ª posición, con 39 puntos, tras 10 victorias, 9 empates y 17 derrotas. En el penúltimo partido, perdió ante el Brentford por (4‑3). En su último partido, perdió en casa contra el West Ham United por (0‑2). Este equipo no se ve muy afectado por el factor cancha, ya que presenta resultados similares como local y visitante; en los últimos 30 partidos registra 4 victorias, 6 empates y 5 derrotas fuera de casa, con un total de 22 goles marcados y 21 recibidos. En casa, ha conseguido 6 victorias, 4 empates y 5 derrotas, anotando 23 goles y recibiendo 21. En la liga, el Manchester United ha conseguido 9 puntos de 30 posibles, con 2 victorias, 3 empates y 5 derrotas en sus últimos 10 partidos como visitante. En los partidos jugados fuera de casa en esta competencia, el resultado más común al final de los primeros 45 minutos ha sido el 0-0, que se ha dado en 7 de sus 18 encuentros. El equipo ha permitido goles en 8 de sus últimos 10 partidos en esta competición, por lo que su defensa no ha sido muy sólida. En 36 partidos de esta liga, ha recibido el primer gol 22 veces, logrando solo 4 remontadas. En sus últimos 18 partidos como visitante, ha marcado 11 de sus 21 goles entre los minutos (76’‑90′).
El conjunto dirigido por Rubén Amorim llega a este partido tras perder 0-2 ante el West Ham United. El equipo visitante suele alinearse en un sistema táctico 3-4-3, privilegiando un estilo de juego compacto y apostando en transiciones rápidas para sorprender a los rivales. En este esquema, los jugadores más influyentes en la ofensiva son Mason Mount, Alejandro Garnacho y Rasmus Højlund. Al atacar, el equipo local tiende a canalizar el juego por la banda derecha, aprovechando la profundidad garantizada por el dorsal 16, Amad Diallo. Están fuera para este partido Diogo Dalot, Toby Collyer, Ayden Heaven, Matthijs de Ligt, Joshua Zirkzee y Lisandro Martínez, todos con problemas físicos.