El equipo visitante llega a esta fase de la Copa de Brasil (Octavos de Final) después de haber eliminado el Operário PR, con una victoria por (3‑1) en casa y un empate por (0‑0) fuera en la eliminatoria anterior. Este es un equipo más fuerte cuando juega en casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 3 victorias, 4 empates y 8 derrotas como visitante; contra 8 victorias, 2 empates y 5 derrotas en su estadio. El equipo llega a este partido después de una victoria en casa con el Vasco da Gama por (1‑0). En los últimos 10 partidos fuera de casa para todas las competiciones, Grêmio ganó 2, empató 3 y perdió 5. El equipo permitió goles al rival en 7 de los últimos 10 partidos, por lo que su defensa necesita mejorar, pero su ataque ha marcado con regularidad, ya que logró lograrlo en 7 de los últimos 10 juegos. En 15 partidos, nunca consiguió remontar el marcador en los 8 partidos en los que sufrió el primer gol.
El Grêmio viene teniendo una temporada difícil, pero logró una notable recuperación en los últimos tres partidos, donde finalmente encontró un nivel de juego más sólido. El equipo de Rio Grande do Sul, que venía pasando por dificultades, parece haber encontrado un nuevo impulso y llega a los octavos de final de la Copa de Brasil con renovadas esperanzas. La reciente mejora trae optimismo, pero el equipo sabe que necesita mantener su nivel de rendimiento para superar a un rival fuerte como el Corinthians. Jugar fuera de casa en el primer partido requiere cautela y estrategia, y Grêmio debe centrarse en un esquema táctico equilibrado, tratando de aguantar la presión inicial y explorar los contraataques.