El equipo de la casa llega a esta fase de la Copa de Brasil (Octavos de Final) después de haber eliminado al Ceará, después de una victoria por (0‑1) fuera y una victoria por (1‑0) en casa en la eliminatoria anterior. Éste es un equipo más fuerte cuando juega en casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 3 victorias, 6 empates y 6 derrotas como visitante; contra 11 victorias y 4 empates en su estadio. El equipo llega a este partido después de un empate en casa con el Santos por (1‑1). El CRB ha ganado 7 y empatado 3 de sus últimos 10 partidos en casa para todas las competiciones.
En esta competición no ha perdido ninguno de sus últimos 4 partidos. La solidez defensiva ha sido uno de sus puntos fuertes, ya que no sufrió goles en los últimos 4 partidos, y su ataque ha marcado con regularidad, ya que marcó goles en 3 de los últimos 4 partidos en esta competición. En sus partidos en casa hay una tendencia para haber pocos goles, ya que 14 de sus últimos 33 partidos terminaron con Menos de 1,5 goles y 25 en 33 terminaron con Menos de 2,5 goles. En 15 partidos, sólo consiguió remontar el marcador dos veces en los 8 partidos en los que sufrió el primer gol.
El CRB llega a los octavos de final de la Copa de Brasil con la motivación de hacer historia en la competición. El equipo alagoano ha demostrado un espíritu combativo y resiliente, fundamental para superar las fases anteriores. El CRB espera sorprender a uno de los gigantes del fútbol brasileño, apostando por un fuerte juego colectivo y el apoyo de su apasionada afición en el Estadio Rei Pelé. El equipo sabe que necesita aprovechar la ventaja de jugar en casa para construir una ventaja en el campo. partido de ida, especialmente contra un oponente técnicamente superior. La misión no es fácil, pero la confianza en la plantilla y la dedicación en los entrenamientos son puntos positivos que alimentan el sueño de clasificarse.