El equipo visitante llega a esta fase de la Copa de Brasil (Octavos de Final) después de haber eliminado al Cuiabá, con una derrota por (1‑3) en el desempate por penaltis fuera de casa y una victoria por (1‑0) en casa en la ronda anterior. . Este es un equipo afectado por el factor casa, más fuerte cuando juega con el apoyo de su afición, ya que en los últimos 30 partidos registra 5 victorias, 3 empates y 7 derrotas como visitante, con un total de 14 goles marcados y 15 concedidos. En casa, obtuvo 10 victorias, 4 empates y 1 derrota, con un total de 30 goles marcados y 8 sufridos. El equipo llega a este partido después de un empate en casa con el CRB por (1‑1). En los últimos 10 partidos fuera de casa para todas las competiciones, el Goiás ganó 2, empató 2 y perdió 6. El equipo permitió goles al rival en 9 de los últimos 10 partidos, por lo que hay procesos defensivos que deben mejorar. En 15 partidos, sólo consiguió remontar el marcador una vez en los 10 partidos en los que sufrió el primer gol. Hay 1 periodo en destaque en los últimos 20 partidos como visitante para todas las competiciones: marcó 7 de sus 16 goles entre los minutos (76'‑90').
El Goiás llega a este partido de los octavos de final de la Copa de Brasil como un equipo que busca sorprender y desafiar los pronósticos. El equipo ha demostrado un espíritu combativo y resiliente, características que fueron fundamentales para llegar a esta etapa de la competencia. A pesar de las dificultades y vaivenes de la Serie B, Goiás ve la Copa de Brasil como una oportunidad para demostrar su valor ante rivales de alto calibre. Jugar fuera de casa en el primer partido es un desafío, pero el equipo espera mantenerse organizado defensivamente y explorar los contraataques para buscar un resultado positivo. La mentalidad de “nada que perder” puede ser una importante ventaja psicológica para los goianos.