Después de 20 victorias, 15 empates y 2 derrotas, el equipo visitante se encuentra en la 3ª posición, acumulando 75 puntos. En su último partido, empató con el West Bromwich Albion en casa por (1‑1), después de haber ganado en casa contra el Luton Town por (4‑0) en el partido anterior. Su último juego como visitante en esta competición terminó en victoria por (1‑2) frente al Cardiff City.
El Burnley no ha perdido como visitante en 11 partidos. En las 19 partidos disputados fuera en la competición, el resultado más frecuente al final de los primeros 45′ fue 0‑0, que se presentó en 8 de esos encuentros. La solidez defensiva ha sido uno de sus puntos fuertes, ya que solo ha recibido goles en 2 de los últimos 10 partidos, y su ataque ha marcado con regularidad, anotando en 7 de los últimos 10 partidos de esta competición. En sus juegos de visitante suele haber pocos goles, ya que 14 de sus últimos 18 partidos en la competición terminaron con menos de 2.5 goles. En 37 juegos en esta competición, recibió el primer gol en 7 ocasiones y solo logró 2 remontadas en el marcador.
El Burnley llega a este partido después de un empate 1-1 ante el West Bromwich Albion: el único gol del equipo fue anotado por Zian Flemming. El equipo visitante suele jugar con un tradicional 4-3-3, priorizando transiciones rápidas y ataques por las bandas. En este esquema, los tres delanteros serán Jaidon Anthony, Marcus Edwards y Zian Flemming. El mediocampista Josh Brownhill es uno de los jugadores clave, encargado de aportar creatividad a las jugadas de ataque. Se perderán este encuentro Jordan Baeyer, Aaron Ramsey, Bashir Humphreys y Mike Trésor, todos con problemas físicos.