El equipo de la casa disputa su primer partido en esta edición de la Liga de Campeones de la UEFA con la intención de aprovechar el factor casa para conquistar un resultado positivo. Este es un equipo que, curiosamente, ha sido más fuerte fuera de casa que en casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 9 victorias, 4 empates y 2 derrotas como visitante; contra 8 victorias, 3 empates y 4 derrotas en su estadio. El equipo llega a este partido después de una victoria en casa contra el Grasshopper por (2‑1). En los últimos 10 partidos disputados en casa el Lugano registra 7 victorias y 3 derrotas. El equipo permitió goles a su rival en 7 de los últimos 10 partidos, por lo que su defensa necesita mejorar, pero su ataque ha marcado con regularidad, ya que marcó goles en 7 de los últimos 10 partidos. En 15 partidos, consiguió la remontada en 2 de los 6 partidos en los que sufrió el primer gol.
El Lugano llega a este partido tras una victoria en casa, por 2×1, sobre el Grasshopper: los goles del equipo fueron marcados por Kacper Przybylko y Uran Bislimi. Cabe señalar que el equipo de la casa llega a esta fase de la Liga de Campeones después de terminar en el segundo lugar en el campeonato suizo 23/24. El equipo de la casa podrá actuar en un sistema táctico más defensivo, en 4-3-3, con el objetivo de intentar no sufrir goles provocados por errores tácticos. En esta formación, los tres hombres que ocuparán la zona más ofensiva del campo son Mattia Bottani, Yanis Cimignani y Kacper Przybylko. La mayor cualidad del equipo local son los contraataques, ya que cuenta con jugadores rápidos y fuertes en el uno contra uno. Fuera de este partido están Shkelqim Vladi e Ilija Maslarov, ambos con problemas físicos.
