El equipo de la casa disputa su primer partido en esta edición de la Liga Europa con la intención de aprovechar el factor casa para conquistar un resultado positivo. Este es un equipo que curiosamente presenta resultados más positivos fuera de casa que en casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 10 victorias, 2 empates y 3 derrotas como visitante, con 32 goles marcados y 18 sufridos, contra 9 victorias. 3 empates y 3 derrotas en casa, con 33 goles marcados y 20 encajados. El equipo llega a este partido después de una derrota en casa con el KFUM por (2‑3), para la Tippeligaen. En los últimos 10 partidos disputados en casa el Molde registra 5 victorias, 2 empates y 3 derrotas. Su ataque ha marcado con regularidad, ya que marcó goles en 9 de los últimos 10 partidos. En sus partidos hay una tendencia para haber goles, ya que en 26 de sus últimos 29 partidos en casa hubo Más de 1,5 goles y en 21 de los últimos 29 hubo Más de 2,5 goles.
El Molde llega a este partido tras una derrota en casa, por 2-3, ante el KFUM: los goles del equipo fueron marcados por Mathias Fjørtoft Løvik y Magnus Wolff Eikrem. Cabe señalar que el equipo de la casa llega a esta fase de la Liga Europa para ganar la Copa de Noruega de 2023. El club noruego suele actuar en un sistema táctico 3-5-2, adoptando un estilo de juego más ofensivo, centrado en los ataques por las bandas. . En esta formación, Magnus Wolff Eikrem y Markus Andre Kaasa son los dos principales atacantes. El equipo local se caracteriza por sus rápidos contraataques y su precisión a la hora de transformar estas oportunidades en goles. Sin embargo, el técnico Erling Moe no podrá contar con Johan Bakke, Fredrik Gulbrandsen y Veton Berisha, todos lesionados.
