El equipo de la casa disputa su primer partido en esta edición de la Liga de Campeones de la UEFA con la intención de aprovechar el factor casa para conquistar un resultado positivo. Éste es un equipo que, curiosamente, ha sido más fuerte fuera de casa que en casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 9 victorias, 2 empates y 4 derrotas como visitante; contra 7 victorias, 1 empate y 7 derrotas en su estadio. El equipo llega a este partido después de una victoria fuera con el Vitesse por (2‑1). El PAOK ha ganado 6 y perdido 4 de sus últimos 10 partidos en casa para todas las competiciones. La solidez defensiva no ha sido su punto fuerte, ya que sufrió goles en 9 de los últimos 10 partidos, pero su ataque ha marcado con regularidad, ya que marcó goles en 9 de los últimos 10 partidos. En sus partidos en casa hay una tendencia para haber goles, ya que 23 de sus últimos 33 partidos terminaron con Más de 2,5 goles. En 15 partidos, sólo consiguió la remontada en 1 de los 8 partidos en los que sufrió el primer gol.
El PAOK llega a este partido tras una derrota, por 2-1, en un amistoso frente al Vitesse. Cabe señalar que el equipo de la casa llega a esta fase de la Liga de Campeones después de conquistar el título del campeonato griego 23/24. El equipo de la casa suele actuar en un sistema táctico 4-3-3, privilegiando un estilo de juego más ofensivo, atacando principalmente a través del corredor central. En esta formación, los tres hombres más adelantados deberían ser Taison, Kiril Despodov y Brandon Thomas. Cabe señalar que desde el punto de vista defensivo, las dificultades aumentan cuando el equipo contrario ataca por las bandas. Todos los atletas están disponibles para este juego.
