Después de 9 victorias, 12 empates y 16 derrotas, el equipo visitante está en la 20ª posición, habiendo acumulado 36 puntos. En su último partido, ganó al Blackburn Rovers en casa por (1-0), después de haber perdido en el partido anterior fuera, ante el Coventry City, por (3-2). Este equipo se ve afectado por el factor local, ya que ha logrado 13 puntos como visitante y 23 en su estadio, con 23 goles marcados y 21 goles recibidos en casa, frente a 14 goles marcados y 29 recibidos como visitante. En la competición, el Stoke ha conseguido 5 puntos de 30 posibles, tras 1 victoria, 2 empates y 7 derrotas en sus últimos 10 partidos disputados como visitante. En los partidos disputados fuera en el campeonato, el resultado más frecuente al final de los primeros 45′ fue 0-0, que se dio en 7 de sus 19 juegos. El equipo ha permitido goles al adversario en 7 de los últimos 10 partidos, por lo que no ha mostrado gran solidez defensiva, pero su ataque ha marcado con regularidad, concretando en 7 de los últimos 10 partidos en esta competencia. En 37 partidos en esta competencia, solo ha conseguido 2 remontadas en los 17 juegos en los que recibió el primer gol.
El Stoke City llega a esta jornada después de una victoria por 1-0 en casa ante el Blackburn: el único gol del equipo fue anotado por Ali Al-Hamadi. El club visitante suele jugar en un sistema táctico 4-3-3, privilegiando un estilo de juego más ofensivo, atacando a través de los laterales. En este esquema, los tres jugadores con una misión más ofensiva son Ali Al-Hamadi, Million Manhoef y Bae Jun-Ho. Para este partido, el entrenador Mark Robins no podrá contar con Josh Wilson-Esbrand, Ryan Mmaee y Sol Sidibe, quienes están en fase de recuperación de lesiones.