Tras 15 victorias, 8 empates y 14 derrotas, el equipo visitante ocupa la 8ª posición, habiendo conseguido 53 puntos. En el último partido, ganó al Queens Park Rangers en casa por (2-1), después de perder en la partida anterior contra el Swansea City por (1-0). Este equipo se ve afectado por el factor casa, ya que ha conseguido 21 puntos como visitante y 32 en su estadio, anotando 27 goles y encajando 20 en casa, frente a 30 goles anotados y 28 encajados como visitante. En cuanto a la liga, el Middlesbrough ha logrado 8 puntos de 30 posibles, con 2 victorias, 2 empates y 6 derrotas en los últimos 10 partidos disputados como visitante. El equipo ha permitido goles al adversario en 8 de los últimos 10 partidos, lo que muestra la falta de solidez defensiva, aunque su ataque ha sido regular, ya que ha logrado marcar en 8 de los últimos 10 partidos en esta liga. En 37 partidos en esta competencia, solo ha conseguido 1 remontada en los 14 partidos en los que encajó primero.
El Middlesbrough llega a este enfrentamiento motivado tras una victoria por 2-1 ante el QPR: los goles del equipo fueron anotados por Tommy Conway y Anfernee Dijksteel. El equipo, dirigido por Michael Carrick, suele jugar en un sistema táctico 4-3-3, priorizando las transiciones más lentas y bien trabajadas, principalmente por el centro. En este esquema, los tres hombres encargados de traer problemas a la defensa rival son Delano Burgzorg, Finn Azaz y Kelechi Iheanacho. Fuera de este partido están Riley McGree, Jonny Howson, Seny Dieng, Alex Bangura, Sol Brynn y Darragh Lenihan, todos con problemas físicos.