Esta es una plantilla que curiosamente ha sido más fuerte como visitante que en casa, ya que en sus últimos 30 partidos registra 8 victorias, 2 empates y 5 derrotas como visitante; frente a 6 victorias, 5 empates y 4 derrotas en su estadio. En el último partido que disputó, para la Major League Soccer, ganó a Toronto en casa por (2‑0). En sus últimos 10 partidos como visitante, Cincinnati ha ganado 3, empatado 2 y perdido 5. Su ataque ha marcado con regularidad, ya que consiguió concretar en 9 de los últimos 10 encuentros. En sus partidos hay una tendencia a que se marquen goles, pues en 37 de sus últimos 42 partidos como visitantes hubo más de 1.5 goles y en 29 de los 42 hubo más de 2.5 goles. En 15 partidos, permitió el primer gol 6 veces y solo logró revertir el marcador en una ocasión.
Por otro lado, Cincinnati ha demostrado ser un rival decidido, logrando un empate en casa en el primer enfrentamiento y, ahora, buscando repetir la dosis o incluso sorprender al equipo mexicano. La plantilla estadounidense es consciente de la dificultad de enfrentar a un club tradicional como Tigres, pero su actitud competitiva y las buenas actuaciones recientes indican que tienen el potencial de avanzar. Jugar como visitante en el próximo partido es un factor preocupante, y el equipo intentará mantener una defensa sólida mientras explora oportunidades ofensivas con velocidad y precisión. El partido promete ser equilibrado, lleno de emoción, y Cincinnati busca escribir otro capítulo positivo en su historia en la competición.