Esta es una plantilla que se beneficia del factor casa, siendo más fuerte cuando juega frente a sus aficionados, ya que en los últimos 30 partidos registra 6 victorias, 6 empates y 3 derrotas como visitante, con 22 goles anotados y 20 recibidos, en comparación con 12 victorias, 2 empates y 1 derrota en casa, con 35 goles anotados y 10 recibidos. El equipo llega a este partido tras una derrota en casa ante el Werder Bremen por (0‑2). En los últimos 4 partidos disputados en casa en la Liga de Campeones de la UEFA, Bayer Leverkusen ha ganado los 4.
En esta competición, ganó los últimos 4 partidos disputados en su estadio. Su ataque ha sido efectivo, anotando en 7 de los últimos 9 partidos de esta competición. En sus encuentros en casa, hay una tendencia a los goles, ya que 20 de sus últimos 30 partidos terminaron con más de 2.5 goles. El equipo suele no tener dificultades para abrir el marcador: logró hacer el primer gol en 7 de sus últimas 9 partidas por la Liga de Campeones de la UEFA, logrando llegar al descanso con ventaja en 4 de ellas y manteniendo la ventaja hasta el final de los 90’ en 5 ocasiones.
Bayer Leverkusen entra en este partido tras una derrota por 0-2 ante el Werder Bremen en un encuentro correspondiente a la Bundesliga. En la primera vuelta de estos octavos de final de la Liga de Campeones, los locales perdieron ante el Bayern de Múnich por 3-0. El equipo local tiende a jugar en un sistema táctico 3-4-3, favoreciendo transiciones rápidas, principalmente a través de las bandas. En este esquema, los tres jugadores encargados de desestabilizar la defensa contraria son Victor Boniface, Florian Wirtz y Amine Adli. De fuera de este partido está Nordi Mukiele, suspendido, así como Jonas Hofmann, Robert Andrich, Martin Terrier y Jeanuël Belocian, quienes tienen problemas físicos.