Después de 5 victorias, 9 empates y 14 derrotas, el equipo visitante ocupa la 17ª posición, habiendo logrado 23 puntos. En su último partido, empató en casa contra el Torino por (2‑2), tras haber perdido en la anterior ocasión ante la Udinese por (1‑0). Este es un equipo más fuerte cuando juega en su estadio, ya que en los últimos 30 partidos registra 2 victorias, 5 empates y 8 derrotas como visitante; en comparación con 4 victorias, 4 empates y 7 derrotas en su casa. En los últimos 10 partidos fuera de casa, el Parma ha registrado 1 victoria, 3 empates y 6 derrotas, consiguiendo 6 puntos de 30 posibles.
Para esta competición, registra una serie de 4 derrotas en sus últimos partidos como visitante y no ha ganado ninguno de los últimos 7 partidos fuera de su estadio. El equipo ha concedido goles al rival en 8 de los últimos 10 partidos en esta competición, lo que indica que no ha estado muy sólido defensivamente. En 28 partidos en esta liga, solo ha conseguido revertir el marcador en 1 ocasión de los 15 partidos en los que recibió el primer gol. En los últimos 13 partidos fuera de casa, hay un periodo que destaca: anotó 5 de sus 12 goles entre los minutos (76’‑90′).
El equipo del Parma llega a este partido con un empate, en 2-2, al recibir al Torino: los dos goles del equipo fueron anotados por Mateo Pellegrino. El equipo visitante suele jugar con un esquema táctico de 4-3-3, con Pontus Almqvist, Matteo Cancellieri y Ange-Yoan Bonny en ataque. El mediocampista Nahuel Estévez es quien organiza las jugadas ofensivas, creando las mejores oportunidades de gol para el equipo. Están fuera de este partido Alessandro Vogliacco y Simon Sohm, suspendidos, así como Yordan Osorio, Valentin Mihăilă, Mateusz Kowalski, Alessandro Circati, Milan Djuric, Adrian Benedyczak y Gabriel Charpentier, todos con problemas físicos.